16.7.20


Yoga en parejas: Dos es infinitamente más poderoso que uno

La práctica de “Yoga en Pareja” es una de las disciplinas de yoga Tibetano basada en los libros sagrados del Budismo Tibetano y muy similar al Yoga que conocemos de los linajes de India. Nos llega hasta hoy a través del linaje Mahayana, un linaje vivo desde Naropa, un gran yogui, monje, abad del monasterio de Nalanda, discípulo de Tilopa, y a quien siguieron Marpa, Milarepa, Khen Rimpoche, y Geshe Michael Roach en la actualidad…30 generaciones de yoguis budistas han practicado este Yoga.
Yoga en Pareja es una práctica visionaria y antigua que expande la tradicional ciencia individual del yoga dentro del Reino de las relaciones. Las posturas (asanas) en esta disciplina utilizan las formas y principios de las posturas individuales, aunque incorporando la presencia y el contacto con el otro se profundiza en el impacto de la postura y sus efectos. 

Visión del Yoga Tibetano

El la tradición tibetana las posturas de yoga eran contempladas como practicas superiores y extremadamente secretas. Y no les eran enseñadas a un alumno hasta que estudiara cerca de 15 años. Esto se explica ya que para los tibetanos la práctica del yoga no es simplemente una práctica física, sino un método muy profundo que afecta nuestro cuerpo sutil, los canales internos y sus vientos o prana (energía sutil: Nadis y Vayus) Y es a través de estos vientos sutiles internos que podemos afectar profundamente nuestra mente, ya que donde los vientos vayan dentro de nosotros allí irán los pensamientos y vice versa. Entonces decimos que el yoga es el método externo para domar la mente, mientras que la meditación es el método interno. Ambos son necesarios. Si estás haciendo tu práctica de yoga correctamente te deberías sentir en una meditación en movimiento. El yoga es una meditación danzada donde estas profundamente absorto en tu objeto de foco mientras te mueves en un fluir de posturas….


¿Qué diferencia en hacer yoga de a dos?

En la práctica en pareja rompemos la barrera “del yo” y ”el otro” ya que al disponernos a extender nuestra frontera, incluir a nuestra pareja y tratarla “como a mí mismo”, nos empoderamos y expandimos nuestra consciencia infinitamente por el solo hecho de tener la voluntad de abrirnos, conectarnos y unirnos…y por añadidura lo estamos haciendo con el mundo a nuestro alrededor.
¡Y lo más interesante es que puedes convertir a tu pareja en alguien que puede llevarte al más allá… más allá de los límites de lo que vos crees ser… más allá de tu ombligo!
Es extraordinario lo que pasa cuando nos dedicamos una hora y media a explorar la frontera entre vos y yo….!

En el yoga Tibetano la motivación principal para estar en el mat es el deseo profundo de alcanzar la percepción directa de la vacuidad…y que es esto? Significa abandonar el mundo de la ilusión, salir del engaño en el que vivimos que no nos permite ser lo que realmente Somos y percibir la realidad tal cual ES…estamos atrapados en este mundo de proyecciones.  Las enseñanzas dicen que hasta que no podamos llevar toda nuestra energía sutil al Canal Central (o Sushumna) y abrir el Chakra del Corazón completamente no podremos transformar nuestro cuerpo-mente, tener acceso a una Realidad más profunda y elevada, y liberarnos del sufrimiento para siempre… Si puedes tener esta experiencia podrás convertirte en un ser que ya no experimentará dolor y podrá ayudar a los demás a eliminar su sufrimiento. De tan solo tener el deseo profundo de conseguir este estado de liberación para así también ayudar a otros a conseguirlo acelera increíblemente alcanzar esta Iluminación.



Beneficios y Objetivos de Yoga en Pareja:

Se obtiene un mejor rendimiento, gracias a que el otro te ayuda físicamente a dar más de ti.
Se pueden dar retroalimentación mutua lo que aporta más consciencia a la práctica.
Es más divertido que hacer yoga solo, y no es rígido… Shri Dharma Mittra dice: En vez de “no pain no gain”..”No fun no Yoga”!
Funciona en términos kármicos, Yoga en Pareja enfatiza que la motivación de tu práctica no sea autocentrada, para asegurar que siempre crees las causas de que esa práctica ayuda y sirve…las asanas funcionan si en tu vida cotidiana estas ayudando y cuidando a otros…y tienes una persona frente de ti que puedes ayudar! cada postura la haces con la motivación de ayudar a tu pareja a que abra sus canales internos -nadis y encuentre la felicidad verdadera.
Abre tu corazón, pasamos tanto tiempo pensando en nosotros mismos que tener la oportunidad de pensar en el bienestar de otros es un gran alivio!
Es un trabajo en equipo que siembra semillas para ver paz y armonía en tu mundo. Es como un baile, la pareja se vuelve una unidad… UN SER
El poder del contacto humano…ponemos muchas barreras físicas para tocar a otros, cada vez que tocas a la otra persona te relajas y esto evita la tensión en las asanas.
Confianza y rendición, grandes elementos para abrir el corazón, dejar el ego a un lado, ese “yo” tan fuerte que tenemos que nos cierra y aferra a una identidad fija creando corazas… derrumba esa muralla, te rindes y confías en la persona, te dejas ir… cada vez que lo haces se cae una estructura de tu corazón y de tu mente.
Al entender que tu pareja de yoga es tu espejo y tu extensión, que ese sos Vos también, borras la frontera del vos y el yo, te intercambias con él y te preocupas por su bienestar y felicidad como lo haces con vos mismo, porque empezás a entender que son UNO…
La comprensión de esto que trabajamos de a dos es la base de la felicidad real para todos los seres humanos y la semilla de un mundo en armonía…
Una hora al día de yoga con esta motivación y consciencia puede cambiar radicalmente la experiencia que tienes de tu mundo.

“La confianza, la compasión, la entrega y la expansión de la consciencia motivan la práctica inspirando nuestro potencial humano de conexión e intimidad a un desarrollo más profundo”

“Toda la felicidad que existe en el mundo viene de querer hacer felices a los demás.
Todo el sufrimiento que existe en el mundo viene de querer la felicidad solo para uno mismo.”
Shantideva



 *Publicado por mi amiga Aisha, en México, dónde hicimos varios retiros juntas, para la Certificación de Yoga Tibetano durante los años 2008, 2009 y 2010.