6.12.16

8 de Diciembre: Bodhi – Día de la Iluminación de Buda

Bodhi – Día de la Iluminación de Buda

Sidarta Gautama, más conocido como Buda Gautama, o simplemente el Buda, fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el Budismo. El fue quien, después de alcanzar la Iluminación, inició la gran revolución, la gran tradición espiritual que ahora conocemos como budismo. El estado de Iluminación o Bodhi, como se le conoce en las escrituras budistas, significa “Conocimiento” o “Despertar”.
Es la figura central del budismo y sus relatos, discursos y reglas monásticas son creencias budistas que, después de su muerte, fueron resumidas y memorizadas por sus seguidores. Existen diversas colecciones de dichas enseñanzas que le fueron atribuidas y transmitidas por tradición oral,  hasta 
ser escritas aproximadamente 400 años después de su fallecimiento.Siddharta nació en una familia acomodada de la India, en la ya desaparecida república Sakia en las estribaciones del Himalaya. Vivió entre el 563 a.C. y el 486 a.C. Enseñó principalmente en el noroeste de la India. Fue uno de los guías de una transformación en el ámbito religioso de su época que logró traspasar las fronteras de la India hasta inspirar una de las principales religiones de nuestros tiempos: el budismo.
Los relatos sobre la vida de Siddhartha están mezclados con mito, leyenda y simbolismo. Más allá de su simple interés biográfico, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus seguidores, en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas de los procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además de la recopilación sobre su vida como Siddhartha, existen también relatos sobre sus vidas previas llamadas jatakas. En estos relatos Buda aparece como un bodhisattva; alguien que atraviesa obstáculos a través de varias vidas en el camino hacia el Nirvana.
Según la tradición, Los Cuatro Encuentros fueron una de las primeras contemplaciones de Siddhrtha. A pesar de las precauciones de su padre, alcanzó a salir del palacio en cuatro ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía personalmente.
A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’), renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.
Debido a ciertas interpretaciones erróneas muy comunes, debe enfatizarse que Buda Gautama no es un dios ni el único ni primer buda . Esto no sólo fue asegurado por el mismo Sidarta Gautama, sino que también la cosmología budista hace esta distinción al afirmar que únicamente los humanos —pero no se limita a esta humanidad en particular— pueden lograr el estado de buda, pues en estos reside el mayor potencial para la iluminación. La palabra buda puede ser traducida como «el despierto» o «el iluminado.
Al despertar de sus meditaciones lo hizo como el iluminado, es decir, como Buda.  En el budismo primigenio, bodhi era sinónimo del concepto de nirvana, utilizando sólo algunas metáforas diferentes para describir la experiencia que implicaba la extinción de raga(codicia), dosa (odio) y moha (engaño).  Al morir, alcanzó la paz eterna mediante su entrada al Paranirvana, especie de “cielo” sin Dios ni ángeles, al que sólo se puede acceder cuando se ha sido parte del Nirvana durante la existencia del individuo. Sus meditaciones concluyeron cuando se vio liberado de todo tipo de pasión. Fue así como rompió con el movimiento eterno de la Rueda de la Vida, entendido como las reencarnaciones, y se hizo parte del Nirvana, como un estado de liberación espiritual y al que se accede por la meditación.
El budismo no cree en la existencia del alma.  En el budismo, como en el hinduismo, no hay inmortalidad o subsistencia después de la muerte del alma personal, ni, menos aún, resurrección de los muertos. En la filosofía shramánicanirvana es el estado de liberación tanto del sufrimiento (dukkha) como del ciclo de renacimientos. Es un concepto importante en el hinduismojainismo y budismo y suele alcanzarse mediante diferentes prácticas y técnicas espirituales.
Siddhartha Gautama se refería al nirvana de la siguiente manera:
«Hay, monjes, una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo, ni sol ni luna. A eso, monjes, yo lo denomino ni ir ni venir, ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni nacimiento ni efecto, ni cambio, ni detenimiento: ese es el fin del sufrimiento.» (Udana, VIII, 2)
La realización del nirvana budista implica la liberación definitiva del sufrimiento de la existencia o de los diferentes estados de reencarnación a los que todos los seres están sujetos. Pero en el budismo esta idea será llevada hasta sus últimas consecuencias. La diferencia en el contexto hinduista es que esto ocurre por la unión a un absoluto (Brahman) a semejanza de lo que expone la mística de las religiones teístas occidentales.
Ha habido ciertas dificultades para definir el budismo en Occidente. Dentro del budismo no existe la noción de libro sagrado inalterable como en el cristianismo o Islam. Tampoco la creencia de que la verdad sea una revelación divina inalterable. En el budismo, el mundo, no fue creado por un ser superior, forma parte de ciclos de destrucciones y de creaciones. Es como una persona que nace y muere y luego vuelve a nacer. Nuestro mundo como miles de los que hay está condenado a morir y renacer, el universo nace, muere y renace.  Debemos entender que el budismo es una tradición atea, es decir, que no concibe la existencia de un supremo ser creador del universo; de hecho, la tradición budista desmiente abiertamente la existencia de tal ser. Siddharta Buda consideró que la creencia de un Dios personal era un obstáculo para la vida espiritual. Buda permanecía en silencio cuando se le preguntaba acerca de la divinidad.
En primer lugar, el Buda fue un hombre, un ser humano, pero no un ser humano ordinario sino un hombre Iluminado. Un hombre que llegó a ser en vida la personificación del Conocimiento perfecto, el Amor y Compasión infinitos y la Energía inagotable. Pero él no nació siendo un hombre extraordinario, alcanzó la Iluminación como resultado de su propio esfuerzo, desarrollando al máximo su potencial, que tan solo era una semilla.  Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India.
En Occidente Gautama Buda se conoce simplemente como Buda, no obstante en Oriente hay una serie de títulos con que puede aludírsele. Entonces al Buda se le conoce también como Tathagata, Bhagavan, Arahant, Lokajyestha, etcétera. El término Lokajyestha quiere decir hermano mayor del mundo o hermano mayor de la humanidad. El Buda es llamado Lokajyestha porque, espiritualmente, fue el primero en nacer. En la Vinaya Pitaka, o Cesta de la Disciplina, se compara al Buda con el primer pollo que emerge en un nido de huevos. Este, al nacer, comienza a picotear las cáscaras de los otros huevos, ayudando a los otros pollos a terminar de nacer. Así, nos dicen, es el Buda el primero en salir de la cáscara de la ignorancia, la cáscara de la ceguera y oscuridad espiritual, despertándonos con sus Enseñanzas y ayudándonos a surgir.
El despertar de Gautama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza del bodhi. Al respecto es interesante señalar que cualquier individuo puede llegar a ser un “buda”, o sea alcanzar la iluminación a través de su práctica espiritual, aunque normalmente se habla de Buda para referirse a Siddharta, al Buda histórico. Las enseñanzas de Buda siguen vigentes hasta nuestros días. El budismo es en número de seguidores una de las grandes religiones del planeta. Derivada del brahmanismo, el budismo fue fundado en la India en el siglo VI a. C. por Buda Gautama y ha ido evolucionando hasta adquirir la gran diversidad actual de escuelas y prácticas.
El Dhammapada, un texto atribuido a Buda, inicia con  estos versos:
“Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos creamos el mundo”.